Los 22 montañeros rescatados con vida del Barranc de l’Infern deberán pagar como mínimo 13.000 euros por los gastos derivados tanto del personal como de los medios que estuvieron trabajando durante alrededor de 17 horas en la noche del pasado 16 de noviembre y la madrugada del día 17. Un día que acabó en tragedia, ya que uno de los barranquistas, vecino de Ondara, de 46 años de edad, casado y con un hijo, falleció al caer dentro del barranco.
Salvo este caso que fue una «fatalidad», desde el Consorcio de Bomberos de Alicante tienen claro que se cometió una «imprudencia» por parte de los deportistas que salieron a hacer barranquismo a este enclave por donde, en esos días, discurrían el agua registrada por la lluvia en los términos de Vall d’Ebo y Vall de Laguar. Unas cifras que superaron los 500 litros por metro cuadrado.
Por ello, está previsto que en breve se les remita un escrito con la cantidad a pagar por cada uno de ellos, que será de casi 600 euros. En principio, había cierta duda de si se les iban a pasar o no los honorarios por la operación de salvamento, pero finalmente desde el Consorcio de Bomberos se ha decidido que sí lo van a hacer.
Entre los montañeros federados que quedaron atrapados, había tres bomberos, un policía y un médico.
El rescate de las 23 personas (una de ellas fallecida) se prolongó durante unas 17 horas y movilizó entre 35 y 40 personas, entre los 26 bomberos del Consorcio de Alicante y el de Valencia, agentes del cuerpo de la Guardia Civil, un helicóptero de la Benemérita y los sanitarios de las ambulancias que estuvieron en el puesto de Mando Avanzado (PMA) para atender a los montañeros.
Fuentes del Consorcio apuntaron que fue un operativo complicado y numeroso, porque hubo que sacar a los 22 montañeros que quedaron atrapados en el interior del barranco debido al shock que sufrieron al enterarse y ver que uno de los barranquistas había muerto.
La mayoría de ellos (16) tuvieron que ser izados por los bomberos desde el interior del barranco, uno a uno y por una pared de unos 200 metros en vertical mediante un sistema de contrapesos hasta que alcanzaban la cima. Una vez allí, y tras atravesar una zona de monte bajo, debían seguir la senda que les llevaba hasta donde estaban las ambulancias.
El resto, seis montañeros, ya salieron al final del barranco donde les esperaban también los bomberos. El cuerpo sin vida del vecino de Ondara no pudo ser recuperado hasta la mañana siguiente y una vez que desapareció la densa niebla que impedía trabajar al helicóptero de rescate.
Algunos testigos comentaron que los bomberos tuvieron que bajar al barranco para tratar de subir unos metros el cuerpo del montañero porque el cable del helicóptero no era lo suficientemente largo.
Este rescate, que comenzó sobre las 18 horas del viernes y acabó a las 10.30 horas del sábado, no fue uno de los mas largos y complicados de los que se han llevado cabo en el Barranc de l’ Infern. Hace unos meses hubo que sacar a tres senderistas de este paraje y los trabajos se prolongaron unas 40 horas.