Un joven alpinista encuentra un tesoro de piedras preciosas en el Mont Blanc

Las gemas, valoradas en decenas de miles de dólares, proceden de un avión indio accidentado hace más de medio siglo.

Un joven escalador francés ha descubierto un tesoro formado por piedras preciosas en un glaciar del Mont Blanc, valorado en decenas de miles de dólares, y que probablemente provengan de un viejo avión indio accidentado hace más de medio siglo en la zona.

Entre las joyas que forman el tesoro hay esmeraldas, zafiros y rubíes y, de hecho, el valor estimado de tan precioso botín se sitúa entre los 130.000 y los 246.000 euros, según las primeras estimaciones que ha hecho un joyero local.

Sin embargo, el joven montañero, que desea permanecer en el anonimato, no dudó en entregarlos a la Policía de Bourg-Saint-Maurice. Como si de una película se tratara, el alpinista los descubrió por casualidad en el glaciar de Bossons: vio una caja de metal tirada y, al abrirla, encontró bolsas pequeñas, algunas bajo la inscripción «Made in India», que contenían las preciosas gemas.

«Se trata de un joven honesto que rápidamente se dio cuenta de que pertenecía a alguien que murió en el glaciar», dijo a AFP el líder del escuadrón Sylvain Merly, comandante de la compañía de gendarmería de Albertville. «Podría habérselo guardado para él, pero prefirió llevarlos a la Policía», dijo Merly.

Aviones estrellados

Lo cierto es que, tanto en 1950 como en 1966, se produjeron dos accidentes de aviones procedentes de la India en el Mont Blanc. Desde entonces, es habitual que los escaladores encuentren piezas de cabina, maletas o incluso restos humanos.

El «Malabar Princess», un avión de Air India, encontró su fatídica suerte el 3 de noviembre de 1950, en un accidente aéreo que dejó 58 muertos. Casi seis años después, el 24 de enero de 1966, fue el «Kangchenjunga», un Boeing 707 de Air India, que realizaba el enlace Bombay-Nueva York. Se estrelló en el mismo lugar con 117 pasajeros a bordo. Ninguno sobrevivió.

Ahora, más de medio siglo después, las piedras que se han encontrado buscan de nuevo a su dueño. Se han sellado y las autoridades francesas deben ponerse en contacto con las autoridades indias para identificar al propietario o sus herederos. Sólo si no se encuentran, el joven alpinista podría quedarse con ellas.

Fuente: Abc

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